EZIO OLIVA: “SOY UN ARTISTA QUE SIEMPRE LE HA HABLADO AL AMOR Y A LAS EMOCIONES”

Ezio Oliva: ¿Cómo me describo? Buena pregunta. Usualmente, no me gusta tanto mirarme a mí mismo porque, muchas veces, lo que hago me gusta tanto y siempre soy muy difícil conmigo mismo. Cuando veo grabaciones mías siempre encuentro algo malo, pero creo que nos pasa a todos. Pero, lo que sí me considero es un tipo muy trabajador, muy emprendedor. Un tipo que cuando se traza un sueño y una meta, hace todo para lograrlo. A veces lo logro y otras no, como cualquier ser humano, pero lo intento con todas mis fuerzas. Entonces, creo que eso también es importante. Por lo menos intentarlo.

EO: Nadie de mi familia es músico. Mi abuelo era ingeniero químico, no tenía nada que ver. Mi mamá psicóloga y mi papá piloto de aviones. No sé. A los nueve años me acuerdo que me traian el pastel de cumpleaños y decían “sopla las velas y pide un deseo”, y yo quería ser cantante. A los diez, a los once… hasta que a los catorce me llegó la oportunidad de ser parte de un programa reality de canto, y empecé poco a poco. 

EO: A los catorce estuve en la tele. Luego, a los diecisiete empecé una banda con mis amigos del colegio. Con esta banda entramos a un concurso de radio muy grande en Perú y tuvimos la suerte de ganarlo. Ahí fue como que comenzó todo. Después, empezamos a trabajar mucho, a soñar, a tocar… y entramos en la MTV. Estuvimos muy fuertes en la MTV, nos nominaron a los Grammy, ganamos un premio MTV y giramos por varios países. Luego, en 2012, nos separamos porque nos peleamos. Éramos unos niños, pero nos queremos mucho. En el 2015 me volví a lanzar como solista hasta ahora, que estoy aquí en España, como ustedes dicen “flipando”. No termino de creer lo que me está pasando. Estoy super agradecido. 

EO: Efectivamente. Yo soy un artista que siempre le ha hablado al amor. Siento que esta puede ser una de mis características: siempre le he hablado a mis emociones, al amor… Pero esta vez quise darle un giro para hablarle al desamor, pero solo un rato. Primero vino Malamor, luego vino Que Te Vaya Mal, y con Que Te Vaya Mal es como el desenlace de la historia. Ya paramos con el desamor, y probablemente lo que venga sea amor, porque lo necesito. Así es como funciono. Yo funciono en base a lo que emocionalmente voy sintiendo. Entonces, creo que el desamor estuvo bueno y siempre es necesario estas canciones para mandar lejos a ese ex que no se portó bien. Pero creo que ya toca una canción de amor, para celebrar lo bueno.

EO: Muy bien. Siempre pensé que Que Te Vaya Mal era, desde su nombre, una canción arriesgada. Pero la verdad es que la gente que ha pasado por ahí se siente muy identificada. Y, en directo, que es lo más importante, lo que más me gusta hacer y donde creo que mejor me defiendo, es super poderosa. Entonces, la verdad es que estoy muy contento con lo que me está trayendo este cambio de sonido. Yo soy un artista pop, pero los últimos años yo había hecho mucha colaboración con artistas cubanos, de salsa… Porque Perú, que es de donde vengo, es un país muy tropical, muy de salsa, de cumbia… Entonces, obviamente Perú es donde estoy y me toca colaborar con los artistas más importantes de salsa y de cumbia. Pero mi estilo es el pop, entonces, lo otro lindo de España es que siento que el pop aquí es algo muy grande. Bastante más grande que en mi país, y en mi país hay un público grande para el pop, pero siempre el público te pide que le des el pop pero con algo más. También está bueno, pero creo que en España si te permite darte el pop puro.

EO: No hay ninguna colaboración cerrada pero sí que hay varias en camino, en conversación. Pero es un disco muy honesto, y vuelvo a mi sonido puro que es el pop. Vuelvo a mis raíces. Siento que vuelvo sin ningún tipo de colaboración artística, pero en este disco no vais a encontrar un pop con salsa o con cumbia. Es Ezio Oliva. Es pop. Quizás, más adelante, volvamos a eso. Pero en este disco, particularmente, mi concepto es ir por el pop, y me siento muy contento. Por otro lado, es un disco donde he raspado un poquito más, de manera un poco más profunda, en mis emociones. He tocado temas de los que antes no me había atrevido a tocar, como por ejemplo, la muerte de mi padre. Mi padre murió cuando yo tenía 18 años. Estos últimos años había estado miles de veces en estudios pero nunca me había dado la oportunidad ni me había atrevido a enfrentarme a esa situación tan dolorosa en una canción. Ya lo hice, y quedó una canción preciosa que se llama Volveré. Una canción muy muy linda. 

EO: Muy bien. Super contento. Es claramente un reto enorme salir de una zona tan cómoda como la de estar en mi país. En mi país llevo trabajando desde hace 15 años. Hace poco estuve de coach en La Voz Kids, tengo conciertos, tengo marcas… Tengo una estructura muy bien desarrollada. Tengo a mi familia, tengo mi casa… Entonces, salir de ese lugar tan cómodo que es para mi Perú, y llegar de cero siendo nadie, y poquito a poquito ir ganándome un espacio (si el público me da la oportunidad), es algo muy lindo. Por ejemplo, algo que contaba hace unos días en redes es que estaba en Sevilla. Nos fue muy bien, pero era un sitio muy pequeño. De unas 250 personas. Y yo decía en el vídeo que qué lindo se sentía lo de que fuera hubiesen 250 personas esperándome, y que yo hacía 10 días había estado frente a 40.000 personas en un estadio en mi país. Y que para mi, hoy por hoy, estar frente a 300 personas, o frente a 40.000 en mi país era igual de importante. Y quizás hoy, cantar para 300 personas nuevas en España, es más importante. Entonces, me siento muy agradecido por todo lo que está pasando, y por los amigos que en el camino me voy haciendo, que me dan la mano y el espacio para que la gente me conozca porque aun mucha gente no me conoce. Así que estoy muy contento y muy agradecido.

EO: Para ser honesto, yo trabajo mucho el tema de la expectativa. Cuando llego a un lugar, lo hago sin expectativas. En el buen sentido de la palabra. Obviamente sueño en grande, quiero comerme el mundo y se que lo voy a lograr. Pero, por otro lado, por un tema de salud mental y de no estar reventándome la cabeza, voy tranquilo. En la onda de que pase lo que tenga que pasar. Si van dos personas o si se llena, lo tengo que disfrutar de la misma manera porque tengo que entender que es un nuevo proceso para mi y que habrá lugares donde vaya bien o donde no tan bien. Pero es parte del proceso. Entonces, ¿qué espero? Pasarlo muy bien. Y la gente que vaya, que vaya a conocerme si no lo hace aún y a pasarlo igual que yo. Y que cuando salga se pregunte “¿cuándo va a volver?, porque quiero ir a verle”. Si eso pasa con dos personas o con trescientas, está muy bien también. 

EO: Es una super experiencia, pero a la vez una gran responsabilidad. Yo estuve ahí, pasé por ahí. A los catorce estuve en un programa reality como La Voz. Creo que, hace 20 años, esa responsabilidad y ese tacto que uno tenía que tener con los niños no estaba tan claro. Entonces, a mí me tocó… Ojo, hoy por hoy, quienes fueron en ese momento mis coaches, la verdad es que son muy amigos y no les recrimino absolutamente nada. Les quiero muchísimo. Pero se pasaron un poquito conmigo, y fueron muy duros. Fue una gran escuela para mi. Pero tengo claro que, si tengo la oportunidad de estar en el otro lado, hoy por hoy, no puedo repetir eso. No puedo decirle a un niño: “oye, ¿sabes qué? Hoy cantaste horrible. No mereces estar en esta competencia”. Durísimo. Demasiado duro decirle a un niño de nueve, de doce, de catorce años eso. Yo era muy directo, muy honesto y siempre pensando en ayudarles desde mi lugar y desde mis capacidades. Pero siempre cuidándolos emocionalmente. Y afortunadamente respaldado por la producción. Pero la verdad es que ha sido una experiencia preciosa. Una manera de recordar por donde yo pasé y decir: “los sueños se cumplen”.

EO: Si, con muchos artistas. Pero particularmente, en las últimas semanas me he hecho muy amigo de Antonio José, que es un artista andaluz, talentosísimo, y un gran tipo. Nos hemos hecho muy amigos y se ha portado muy bien conmigo. Y sin ningún tipo de necesidad me ha presentado a gente. De eso se trata ser colegas en este negocio, de darnos la mano. Y obviamente él sabe que en Perú, tiene las puertas abiertas de mi casa. Entonces, por ejemplo, me encantaría hacer algo con Antonio José, y me gustaría también hacer algo con Álvaro de Luna. Y así podríamos estar una hora y media, hablando de todas las colaboraciones que me encantaría hacer. 

EO: Muchísimas gracias por vuestro tiempo. Invito, a todo el que lea esta entrevista, a conocerme.